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Redacción

Política, política everywhere



A sus seis años, Tony Frangie no estaba distanciado del acontecer nacional. El lugar de los adultos era, casi siempre, el lugar donde escuchaba de política o de violencia e inseguridad. Había un tipo llamado Chávez, que su familia detestaba. Recuerda a su mamá decir que no se puede votar por un militar y por un golpista, ni mucho menos por un golpista que encima falló. La ecuación en su familia era simple: la democracia les enseñó que los militares se despejaban de los cargos públicos.


En pleno 2003 estaba en Preparatorio, un nivel antes de entrar a Primaria. Dejó de ir a clases por un tiempo por una extraña versión del coco llamada “el paro”. No entendía muy bien; solo sabía que a su tío lo acababan de botar de Pdvsa. La memoria de su niñez suelta retazos: plaza Altamira, militares, Puente Llaguno, consignas como "Ni un paso atrás, ni un paso atrás" y dibujos contra Chávez que llevaba a las marchas de su urbanización. Y también muchos rumores. El país completo era super cafetalero (hola, doñas de El Cafetal).


La política era inevitable. El soundtrack del camino al colegio era protagonizado por Marianella Salazar en la radio. Pero tuvo espacios de plenitud. El zapping se repetía entre Disney Channel, Nickelodeon y Cartoon Network. Básicamente, su sueño a los seis años era ser un Thornberrys. La naturaleza y los animales le fascinaban. Veía burda Animal Planet. Los Rugrats, Las chicas superpoderosas, El laboratorio de Dexter y Johnny Bravo formaban parte de su zona de confort, así como el restaurante Benihana en el Eurobuilding. No es de telenovelas, pero su mamá no se pelaba Cosita Rica. American Game Store en el Tolón era el lugar predilecto para comprar los juegos del Gamecube. Le parecían cool las clases de inglés del colegio, dictadas por Miss Lilian, quien había participado por el programa Robinson: La Gran Aventura. Yes, Lilian Tintori. Leopoldo López era alcalde y era el crush de las chamas, un ambiente que recuerda por sus hermanas mayores (obsesionadas en este entonces con Britney Spears y Backstreet Boys).


También estaba la angustia generalizada. A fulano lo robaron, a sutano lo secuestraron, a perencejo le sacaron una pistola. Full paranoia y esquizofrenia. A su corta edad, recuerda el estrés físico y mental si lo miraban mucho en un centro comercial. Los comentarios familiares tipo que Chávez nos va a expropiar la casa, pondrá los colegios como Cuba. Un bombardeo constante. Su propia geografía de Caracas en la niñez (este, este, este) también revela cómo la ciudad empezaba a resquebrajarse.

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